lunes, 26 de noviembre de 2012

Bangkok y Surin

Para salir de Myanmar hay pocas opciones tan apetecibles y populares como Bangkok. Y para nosotros, se añadía que volvíamos a un sitio conocido. Lo cual, está bien. Ya sabes a que hotel quieres ir, conoces sitios para comer y sabes cómo desenvolverte por la ciudad. Es cómodo. Pero le falta el encanto y la emoción que encierra la novedad. El no saber también implica poder imaginar un sinfin de posibilidades. Pero después de Birmania, ya nos gustaba volver a algo conocido: hostal barato y limpio. Algo impensable donde veníamos.
En Bangkok nos hemos relajado hasta llegar al aburrimiento, aunque si estábamos aquí, era más para esperar a mi hermana y cuñado, que por visitar, otra vez, la ciudad. Así que, los días se hicieron un poco más largos, como ocurre con todas las esperas. La lástima es que, esta vez, sólo pudimos estar con ellos unas pocas horas, ya que nosotros al día siguiente nos íbamos a Surin. Pero el rato que estuvimos, lo disfrutamos a lo grande. Era extraño verles aquí, ver caras tan familiares, no tener el típico diálogo entre mochileros: sino hablar de la familia y las novedades en casa y nosotros poderlos aburrir con nuestras 1500 aventuras y disfortunios. (Ya os tocará la hora a vosotros también... ;P )
Surin ya es otra historia. Vinimos aquí para ver un festival de elefantes, ¡y qué pasote! Nada más salir del tren nocturno, en la estación ya habían unos 15 elefantes... ¿os lo imagináis? Así que ni tiempo de dejar las mochilas, listos para la acción. El primer día había una procesión donde los protagonistas eran ellos. El que más relucía, sin duda, era el elefante albino: y no sólo por su color de piel. Al ser un animal sagrado, y el único ejemplar en Tailandia, iba con una telas de seda y rodeado de parafernalia. Todo un espectáculo. Pero no era la única estrella, algo detrás venía el paquidermio más famoso de Tai, conocido por haber participado en varias pelis y haber saludado hasta al mismísimo rey. Pero a nosotros, todos nos impresionaban. Habían los típicos vendedores, esta vez de comida de elefante, que venían con bebés elefantitos. Bebés porque algunos no tenían ni un año, pero ya eran casi tan grandes como nosotros. ¡Más monos! Al acabar el desfile, a los elefantes les esperaba buffé libre. Para esto, habilitaron una rotonda y una avenida principal, con mesas alargadas, llenas de frutas para el disfrute de los protagonistas. Y claro, allí estábamos también todos los guiris, cámara en mano, fotografiando cualquier movimiento. Más tarde, podías coger tú mismo la comida y dársela. Al final, estaban tan llenos, que iban eligiendo y tirando lo que menos les gustaba. Así era el escenario: un montón de guiris y locales en fila, con fruta en mano, esperando alimentar al elefante de turno. Pero bueno, nosotros conseguimos tocar y, hasta alimentar, al albino. Así que mucha buena suerte nos espera. ;)))
El plato fuerte eran los dos días siguientes, que había un espectáculo de 3 horas y media, donde los elefantes maravillaban al público con diferentes habilidades y trucos, hasta ronda de penaltis tiraron. Y esto, lo iban mezclando con bailes locales, donde se lo pasaban en grande. Creemos que en estos países, una de sus mayores aficiones, es contonearse y, cualquier ocasión, es buena para demostrar sus dotes bailarinas. A nosotros nos encanta presenciarlo. :)) Conseguir una entrada allí resultó ser una ardua tarea, por la poca información disponible en inglés; pero, como a tenaces pocos nos ganan, al final conseguimos una de las mejores. En el centro, primera fila. ¡Nada mal! ;P Al empezar, y presentarte todos los elefantes, aún habiendo visto el desfile, impresiona. Elefantes gigantes, grandes, medianos y, hasta bebés, el más pequeño de 5 días. Éstos eran muy graciosos, iban todo el rato enredando por las piernas y trompa de la madre; bueno, como haría cualquier niño.¡Pura monería! El espectáculo, sin duda, fue una maravilla. Caba bath invertido, valió la pena. Hay guiris que van cada año a verlo, y no nos extraña.
Nuestros pasos se dirigen al oeste. Siguiente parada: vuelta a Bangkok.
¡Besos y abrazos desde el reino de los elefantes! 


Éste es el elefante famoso




La típica foto de "hemos estado aquí" ;)))



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