martes, 13 de noviembre de 2012

Yangon

Rudyard Kipling escribió: "Esto es Burma. No se parece a ningún otro lugar en el que hayas estado" Y parece ser verdad. Tiene toques de India, según dicen algunos viajeros; y a nosotros en ocasiones, se nos parece a nuestra amada Indonesia. Pero, sin duda alguna, Birmania es única.
Yangon fue nuestro aterrizaje a este nuevo mundo, un país donde los hombres llevan faldas, las mujeres se pintan la cara de blanco y todos tienen la sonrisa fácil de un niño.
Sólo bajar del avión ya te das cuenta que bien puedes dejar tus comparativas en casa. ¡Empieza la aventura birmania! El móvil deja de existir como teléfono, y adquiere una funcionalidad diferente. Como despertador, calculadora o conversor. Curioso. Lo bueno, que no hay conductores adictos al móvil, (¡que alivio!), no oyes el mismo tono de móvil 50 veces en un viaje en bus, y la gente vuelve a mirar a su alrededor para ver el mundo, en vez de intentar verlo por una mini pantallita a través de whatsapps o mensajes de texto. Y la verdad, es una delicia. ¿La comunicación? Ningún problema, igual que hay paradas de fruta en los mercados, hay una parada de teléfonos, y para llamar al vecino de parada, aquí no se llevan los gritos, aquí se tiran besos... Mucho más amorosos. ;P Y las anécdotas siguen. Los dólares, para que te los cambien tienen que estar perfectos, no que a ti te parezcan inmaculados, noooo, sino perfectos; sino ya puedes olvidarte de que te los acepten. (De momento, nos han declinado dos, que a simple vista, estaban perfectos... '¬¬).¡Increíble pero cierto! Y así, os podríamos contar mil y un detalle que nos están impactando de este lugar y eso que sólo estamos en una "gran" ciudad.
Yangon, además, alberga una de las pagodas más increíbles del sureste asiático: Shwedagon Paya. ¡Magnífica! Debemos reconocer que, después de tantos templos en Bangkok no nos apetecía mucho visitar otro más, pero inspirados por Marta (Yangon lo visitamos acompañados de dos pares más de ojos ;)) ), accedimos a ir. Y ¡que bien que al final lo hicimos! Es preciosa, y de noche con la iluminación más. Además es el sitio más sagrado para cualquier budista birmano, convirtiéndose casi en obligación, el visitar este sitio al menos, una vez en la vida. Leído esto, el templo todavía adquiere una atmósfera más mágica.
Nuestros pasos se dirigen hacia el norte. Siguiente parada: Kalaw. 
 Las paradas de teléfonos
... como desacreditar a un buda... '¬¬

Shwegadon Paya

Un niño con thanaka (los polvos blancos)


Las hermosas vistas de la parte de atrás de nuestro hotel... ¿Cuántas ratas contáis? ;P


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario