lunes, 19 de noviembre de 2012

Hisipaw

Hisipaw es otro pueblecito rural del norte de Myanmar donde el turismo está empezando a florecer. Todavía está en ese punto, donde el turista encuentra algún menú en inglés y alguna que otra comodidad, pero donde los importantes siguen siendo los locales. Tiene algunas aldeas cercas, haciendo posible la explotación turísica de las mismas, quedándose las ganancias en Hisipaw. Como ya nos pasó en Inle Lake, pensamos que hace algún tiempo, éste debió ser un gran sitio para explorar.
Aquí encontramos un gran hostal, las habitaciones eran básicas pero limpias, pero tenía unas terracitas que nos invitaban, más de lo deseado, a quedarnos jugando al monopoly, ajedrez o leyendo. Y los baños... ¡¡qué baños!! Eran nuevos, con una gran presión de agua y, lo mejor, relucientes. Aún siendo compartidos, siempre estaban limpios. Increíble, pero afortunadamente, cierto. ;) Fue ese tipo de alojamiento que hace que te quedes más del tiempo planeado. Como hace ya algún tiempo, nuestros amigos Lizzie y Thomas nos dijeron, el alojamiento cambia la puntuación.
Hisipaw tiene mucho más que ofrecer. ¡Una super tienda de batidos! Que, en tan buenos clientes nos convertimos, que hasta colgaron nuestra foto en la pared. Y un internet tan pésimo que aunque intentes conectar con la vida real, la falta de posibilidades te lo impide. Que no siempre, tiene que ser un aspecto negativo. ;) Ahora en serio, en Hisipaw hay un montón de cosas que hacer. Una mañana fuimos a ver una cascada que estaba a un par de horas y sólo el paseo hasta allí, ya valió la pena. Nos volvimos a encontrar con las típicas casas de bambú, los búfalos tomándose un baño, los barrizales empapándonos de barro y las infinitas terrazas de arroz.
Y cuando, finalmente, llegas, agua helada para refrescarte. Al principio, ninguno de los dos nos queríamos meter, nos daba un poco de yuyu eso de no ver el suelo; pero, aparecieron una pareja de alemanes y no podíamos quedar como unos gallinas. Jijjijijiji!!! El baño nos sentó de maravilla. Y lo mejor, es que hacías el muerto y al abrir los ojos veías el cielo azul y el agua cayendo. Era una vista de lo más estimulante.
Pero no siempre se puede vivir alejado de la tecnología y civilización... ¡una verdadera lástima! ;P
Nuestros pasos van hacia el sur. Siguiente parada: Mandalay.
¡Besos y abrazos! 





 

No hay comentarios:

Publicar un comentario