No
esperábamos nada de Mandalay. Sólo pasar los días tranquilamente, hasta nuestro
regreso a tierras Tailandesas. Pero Mandalay resultó toda una
sorpresa.
Conocimos a una pareja de catalanes super agradables. De esa gente con la que te sientes a gusto, desde el primer momento. Este tipo de encuentros son tan agradables, dan un toque especial a los días que pasas con ellos. Como a muchos otros viajeros, nos encanta conocer nueva gente y pasar unos días, viendo las cosas a través de los cristales de otras gafas. Siempre es revelador.
Con ellos, fuimos a descubrir una
de las atracciones de Mandalay: el puente de teca más grande del
mundo. Amarapura. No decepciona. El ambiente allí es mágico y
turístico. Hay montones de guiris con nuestras canons o nikons, pero
aún hay más monjes y locales, lo que le da fiabilidad al lugar. No
parece un sitio sólo de guiris, sino un lugar local para locales,
pero donde los guiris también somos bienvenidos. He aquí la parte
dulce, de Mandalay.
El
día antes de nuestro vuelo, la ciudad se despertó temblorosa.
Acabando de arreglarnos para salir, sentí como si me mareara. El
suelo se movía bajo mis pies. Cuando alzé la vista y miré a Ixai,
ví que estaba ocurriendo algo extraño. Al principio, no sabíamos
lo que era, y cuando lo entendimos nuestras reacciones fueron
dispares. Mientras yo pensaba que teníamos que ir bajo el marco
de la puerta, por seguridad. Ixai estaba emocionado, disfrutando del
momento como si estuviera en una atracción del Port Aventura. ;))
Cuando
bajamos, el ambiente era extraño. Había gente que seguía en la
calle, sin querer entrar, otros como si nada hubiera pasado y el
resto estábamos entre el flipe y el miedo: y obviamente, los
birmanos tranquilos. A la tarde hubo otro, y en la noche un par más.
Al amanecer al día siguiente, ya teníamos ganas de irnos de la
tierra temblorosa y volver a tierras más firmes. Fue un final agridulce para un gran viaje birmano.
Nuestros
pasos se dirigen al sureste. Abandonamos Myanmar, la tierra de las
faldas masculinas y las sonrisas perennes. Siguiente parada: Bangkok.
Esta es la forma habitual de transportar cosas.... |
Nuestros amados y nada olorosos puestos de pescado seco. |
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