Bagan
es, un lugar para encontrar la fe, un reducto de paz. Una explanada
que abarca kilómetros a la redonda, inundada de templos. Aquí acaba
todo su misticismo. Rodeado de restaurantes con comida western,
carros de caballos guiando a los guiris, guest houses que
intentan venderte hasta su alma a cambio de unos pocos kyatts y
vendedoras a cada entrada del templo, para que no pierdas de vista,
que aquí estás para gastar dinero.
El
primer día, Ixai estuvo con el mal del viajero así que lo
utilizamos en cuidar nuestros cuerpos y almas e hicimos poco más que
nada. Con las fuerzas algo más renovadas, hicimos como los locales,
y nos fuimos al monte Popa. Lo especial de este templo es su
ubicación, ¡y qué ubicación! A lo alto de un monte, con un pueblo
de fieles a sus pies y rodeado de valles y montañas verdes, se alza
este robusto templo. No se puede pedir mucho más. El camino hasta la
cima, la amenizan un grupo de simpáticos monos. Al menos para
nosotros. Hay quiénes les compraron comida, imaginamos para poder
jugar un poco con ellos. Pero, más que a uno, estos pillines se la
arrebataron de las manos, sin demasiadas contemplaciones. Aunque,
para nosotros, ésa era parte de la diversión. ¿Somos muy malos? ;P
Éste es un templo donde los protagonistas son los guiris locales,
siendo uno de los destinos estrella para los birmanos.
Al
día siguiente, como buenos turistas, nos dejamos guiar por nuestro
caballo por todos los entresijos de los templos. Nos dejamos
avasallar por todas las vendedoras y el súmmum de todo viajero,
vimos el atardecer con decenas de templos a nuestros pies,
acompañados por otro ciento de turistas. Y aún así, fue increíble.
Como increíbles son las cámaras que acompañan a los mochileros.
Hasta el más hippie, con ropas que parecen harapos, cuando llegue la
hora, sacará a relucir su más amado tesoro: un super camarón. No
falla. ;P
Nuestros
pasos se dirigen al noreste. Siguiente parada: Mandalay.
Besos
y abrazos,
Nos encanta esta foto... Dice tanto.......... ;)) |
El templo es eso pequeñito que se ve en lo alto del monte |
Y empiezan los templos... |
Y el atardecer vino aquí. |
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