Nha
Trang podría ser una mezcla entre Lloret, Palma de Mallorca y
Benidorm; pero en vez de alemanes hay rusos y hay un fondo marino
increíble. Es el típico pueblo costero vendido a los turistas, con
sus buenos y baratos hoteles y restaurantes.
El
primer día fuimos a ver un templo hindú que está en las afueras,
el templo en si está bien, pero lo que sí vale la pena son las
vistas. El templo está en lo alto de una colina desde la que se
puede ver casi toda la ciudad. Después de verlo, decidimos arriesgar
nuestras ya algo tostadas pieles (poco a poco lo vamos consiguiendo
;D ), y volver andando, para poder apreciar y cogerle el pulso a la
ciudad, fuera de la zona de guiris.
Caminando
bajo el Sol, vimos a lo alto de otra colina, un templo budista a lo
chino y decidimos acercarnos. Mientras abajo, en la calle, había el
típico ruido de la ciudad a mediodía, básicamente tráfico (que
pesados con el cláxon...); arriba, en el templo, reinaba el silencio
y la tranquilidad. Era como si pudieras desconectar de todo lo que
había unos escalones abajo, y conectarte con aquello que quisieras.
Habían algunos monjes ¿budistas? aunque éstos iban con el traje
negro, niños que volvían del colegio y un par de mujeres limpiando,
que nos iban indicando por donde seguir. Lo único que quitó el
encanto fue descubrir un ascensor, nosotros que ya nos imaginábamos
en el algún escenario digno de "7 años en el Tibet" y
nos invitan a bajar en ascensor... ¡que manera de aguar la fiesta!
Y... ¿dónde estaba el ascensor cuando tuvimos que subir? '¬¬
A
la tarde nos sorprendió el diluvio universal, así que nos fuimos al
hotel y allí holgazaneamos hasta que el hambre pudo con la pereza de
mojarnos. Cuando bajamos, nos encontramos con una pequeña sorpresa:
¡la calle estaba inundada! Y cuando decimos inundada, nos referimos
a que el agua nos llegaba hasta las rodillas en algunos trozos, fue
como una bienvenida al clima monzónico.
El
segundo día en Nha Trang nos decidimos a explorar el fondo marino.
Íbamos en un bote con un isrraelí, 6 vietnamitas y la tripulación,
que a la vez, hacían de monitores de buceo. Ixai, aunque se vió
tentado por el buceo, al final acabó decantándose por el snorkel y
yo por el buceo, y estuvo super bien!! ¡Ambos lo disfrutamos como
niños! :)) Luego, fuimos a una especie de piscifactoría en el mar,
y podías pedir lo que quisieras que lo "pescaban" para
ti... ¡Más fresco imposible! Nosotros tuvimos que pasar, porque nos esperaba la comida
en el barco. Los vietnamitas al ver
nuestra falta total de habilidad con los palillos, nos pasaron los
tenedores. :D A la tarde, decidimos que para "perder" la
tarde en el hotel, bien la podíamos perder en una camilla mientras
nos masajeaban, y más viendo los precios. Un masaje de cuerpo
entero, una hora, 5€... ¿No hubieráis tomado la misma decisión
vosotros? ;P
Y
a la noche, como el día no había sido suficientemente bueno,
jijijiji!!!; nos decidimos compensar con un: ... ¿estáis listos?
... Bocatas de jamón de serrano con queso y salami... ¡¡¡queee
bueenoooosss!!!
Así
que nada, relajaditos y con la panza satisfecha, nos despedimos!!!
Nuestros
pasos van hacia el oeste. Siguiente parada: Buon Mo Thuot.
Besooooss
y abrazoooss!!!!!
Sleeping bus |
La calle convertida en río |
Qué rico el jamón, eh? ;)
ResponderEliminarMira, sólo te decimos que disfrutes ahora de cada bocado porque cuando vengas a estas tierras y sólo tengas arroz; ya te acordarás de nosotros. Por cierto, ¿cómo va la previa?
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