lunes, 23 de julio de 2012

Pangandaran

<Abstenéos los no-surferos> Eso es lo que debería poner en la Lonely. Cabe decir que el pueblo de Pangandaran fue engullido por el tsunami de 2006. Ahora es un pueblo de hoteles, restaurantes, mercados y todo lo que un guiri pueda necesitar a la orilla de un mar casi siempre enfurecido. Seguramente este es un paraíso para un surfero, como ya nos dijeron no hace mucho, toda la costa oeste de Java es territorio surfer. La playa es larga y el mar es bravo. Apenas un cuarto de la playa es para bañistas, el resto para surfear... Aquí son los dioses y señores. ¡Bien por ellos! ;D
Aquí hemos sufrido nuestra primera experiencia desagradable. Regresábamos al hotel después de cenar por un callejón (la mayoría de hoteles estaban en callejones) cuando un hijo de su madre ha venido con la moto y ha tirado del ordenador para robárnoslo. Afortunadamente, era Ixai quién lo llevaba y bien sujeto, con lo que se ha ido con las manos vacías y sólo ha quedado como un sustillo. Eso sí, al día siguiente antes del anochecer en el hotel y nada de salir a cenar. Más vale prevenir que curar. :D Obviamente, este desagradable incidente ha marcado bastante nuestra opinión de este sitio… A muchos otros viajeros les ha encantado! Para gustos, colores…
Hoy hemos ido a la gran atracción de aquí: el cañón verde. Un río de aguas verdosas rodeado de hermosa selva y custodiado por ambos lados por el cañón, de ahí su nombre. ;D El sitio es precioso, las aguas verdosas perfectas y cada vez que alzas la mirada encuentras nuevas cosas en las que regocijar tu mirada, pero (y es un gran pero) creemos que está mal explotado. Te llevan por el cañón con un botecito por las “tranquilas” aguas con botes por delante y detrás de ti. Además,; si crees que es una buena idea bañarte ahí (¿Quién no lo creería?) piensa otra vez. El baño no es gratuito. Al final de una travesía que dura unos 15 min te llevan a un mini atasco de barcos donde llegas al punto álgido: la cueva. ¡Preciosa! Pero, otra vez el temido pero, donde seguramente antes habría una preciosa piscina natural, ahora hay un “parque acuático” sólo apto para guiris. Había muchos pasándoselo en grande, pero nosotros hemos pasado... El viaje hasta allí también ha sido toda una experiencia, a mi parecer (y en eso no coincidimos) no muy agradable. A cada 10 metros mi corazón sufría un mini ataque pensando que nos íbamos a chocar, que iba a saltar por los aires del bote que daba por los baches o que nos salíamos de la carretera por la obsesión de curiosear de mi conductor (¿nadie le ha comentado nunca que mientras se conduce se debe mirar a la carretera?).Ixai ha sido mucho más afortunado e iba tranquilamente disfrutando de las vistas. De vuelta, hemos pasado por el "famoso" (lo habíamos leído en varios blogs) puente de bambú de Batu Karas. Eso nos ha hecho mucha gracia.;D Al parecer, deben cambiar el bambú periódicamente por seguridad. Somos conscientes de lo chorra que parece leerlo, pero a nosotros nos ha gustado... ;D
A la tarde nos hemos armado de valor y hemos decidido bañarnos. ¡Ha sido una gran idea! Después de lo sucedido el día anterior, no nos fiábamos mucho así que nos hemos tenido que bañar con toda la ropa, toallas y demás cosillas que llevábamos. Mientras las olas nos hacían sus presas una y otra vez, todas nuestras cosillas quedaban empapadas. Pero, sin duda, lo mejor ha sido después. Cuando volvíamos paseando por la orilla, ¡¡¡¡han aparecido 3 ciervos!!!! ¡Increíble pero cierto! Qué espectáculo, 3 ciervos caminando por la arena y hasta remojando sus patitas… Y parecía que les gustaba eso de estar en el agua con las olas. Jamás hubiéramos imaginado que veríamos 3 ciervos caminando tranquilamente por la arena. Palabras de Ixai: “Esto sólo puede pasar aquí” Lástima que no tuviéramos la cámara… buuuuuu!! L
Besos y abrazos desde el tren hacia Yogyakarta.





El puente de Bambú!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario