08-13/08/2012 Rantepao (Tana Toraja)
Rantepao es el centro neurálgico de la cultura Toraja y donde todos
los turistas, esta vez los españoles ganábamos por mayoría ;D ,
reposábamos las emociones vividas durante el día. La cultura Toraja
no deja indiferente. Hemos conocido a gente que le encanta y a otros
que les disgusta profundamente, pero de un lado u otro, te emociona.
Los paisajes son hermosos y la gente amabilísima. Volvemos a las
terrazas de arroz, las altas cumbres protegidas por indomable selva y
los paisajes abrumadores. La cultura y la tradición se anteponen a
la religión por estas tierras y allá donde mires, habrá un búfalo
cerca. El búfalo es el animal de mayor importancia. Cada 6 días hay
el mayor mercado de Indonesia, de compraventa de estos pacíficos
animales.
La mayor atracción de Tana Toraja son sus ritos funerarios. Pueden
llegar a durar hasta una semana y los turistas son siempre
bienvenidos. Toda la vida de las gentes de aquí, gira alrededor de
estas ceremonias. Es tan importante para la familia que sus seres
queridos tengan un buen funeral, que guardan a sus muertos en casa,
hasta que ahorran el suficiente dinero para poder costearle una
ceremonia apropiada. Lo cual puede ser en años. La muerte como tabú
u oscuridad, no tiene cabida aquí. La muerte forma parte de la vida
y las ceremonias las ocasiones para juntar a la familia.
Las ceremonias funerarias son de varios días: el primero es el día
en que se recibe a los invitados. Las diferentes familias “desfilan”
con sus donaciones para el muerto: cerdos o búfalos. Cada día hay
sacrificios de animales, siendo el último día el que hacen la
mayoría de los sacrificios y, dependiendo de la familia, una pelea
de búfalos. A nosotros, los sacrificios nos impactaron mucho y
aunque quisimos verlo (hay turistas que no quieren), luego nos
quedamos con mal cuerpo. Las peleas son algo curioso, parece que no
vaya mucho con los búfalos. Ellos están tranquilos, remojándose en
el barro, mientras cientos de personas gritan a su alrededor, cada
vez que se acercan. Normalmente, al cabo de un tiempo, sí se pelean
y el perdedor sale huyendo por donde pueda, mientras todo el gentío
que encuentra a su paso corre a resguardarse. Nos contaron que los
búfalos normalmente van hacia la gente en busca de ayuda. ¡Pobres
ingenuos! Después de ver las ceremonias, tu visión de estos pobres
animalillos cambia y aunque sean enormes, ves en lo pequeños y
débiles que se convierten al lado de los hombres.
Años atrás, una vez finalizados los funerales, la gente era
depositada en las rocas. Allá aguardaban a la eternidad,
contemplando los campos de arroz que, durante la vida, sembraron. Hay
algunas tumbas que se encuentran expuestas (como las de la foto) y
otras que están dentro de cuevas. Te dan una lámpara de petróleo y
al libre albedrío. Allá andábamos Karla, Gui, Ixai y yo a lo
Indiana Jones dentro de una cueva infestada de arañas. Cuando
era yo la que lideraba el grupo, sentía temor cuando la lámpara no
estaba cerca. Los otros no parecían tener tantos problemas. Ixai era
el que normalmente nos guiaba y valoraba la facilidad de paso. En
esas andábamos cuando nos encontramos a un grupo de indonesios, los
primeros de todo el camino; y de repente se hizo la oscuridad en
nuestra zona. Gui, que era el que llevaba en ese momento la lámpara,
al saludar a nuestros recién adquiridos compañeros de aventuras, se
resbaló rompiendo nuestra fuente de luz. Los espiritus de todos los
enterrados allí velaban por nosotros y nos otorgaron a los
indonesios con su luz que, muy amablemente, nos guiaron hasta la
salida. Aquel día, fueron nuestros salvadores. Sólo pensar en tener
que recorrer todo el tramo de cueva hasta la salida, sin luz, se me
ponen los pelos de puntas. La suerte corrió de nuestro lado.
Aparte
de lo interesante de la cultura y de los paisajes, Rantepao ha sido
verdaderamente especial para nosotros. Hemos compartido estos días
con gente majísima. Llegamos con una pareja de franceses majísimos,
que ya mencionamos antes: Gui y Karla. Con los que hemos hecho todas
las excursiones y al llegar al hotel, el pequeño rellano que
compartíamos siempre se llenaba con nuestras charlas. Al par de
días, se unieron una pareja de mallorquinas y un chico barcelones.
El poder hablar en castellano y estar rodeado de gente maja es todo
un punto. ;D Éramos como una cuadrilla y cuando poco a poco, se ha
ido desmembrando ha sido una lástima, aunque así es la vida del
mochilero. Desde aquí les deseamos a tod@s
que les vaya bien el resto del viaje y coincidir en algún otro punto
de la geografía mundial. ;D
Aunque Rantepao también ha tenido su parte mala. He estado enferma
unos 3 días del estómago, aunque entre los cuidados de Ixai y
Karla, me recuperé finalmente y espero que mi estómago tenga la
decencia de comportarse hasta estar en casa y haber comido los
canelones de la yaya. ;P Esperemos. Los guías son otro aspecto
complicado aquí. No te puedes fíar. De 3, 2 nos salieron rana...
una lástima. Para los que vengáis, consultad el listado de guías
oficiales.
P.D. Los amantes de los animales, al venir aquí, deberían dejar su
sensibilidad en casa.
P.D.2. No publicamos las fotos más impactantes para no herir
sensibilidades. Si alguien siente curiosidad, pedírnoslas. ;))
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Los amigos y familiares del difunto cantan y bailan en corro, las bondades del fallecido. |
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Nunca sabes quien puede ser tu mejor amigo. |
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En nuestra excursión pasamos por sitios hermosos, como este. ;D |
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Del algodón nace el hilo. |
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Las típicas casa toraja, muy similares a las Batak. |
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Ixiana Jones |
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Los salvados con los salvadores. |
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Las tumbas en las rocas |
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En el mercado de búfalos, con un búfalo alvino; los más valorados. |
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El transportador de cerdos, un trabajo muy bien pagado. |
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Nuestra cuadrilla inesperada |
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El desfile de familias presentando sus aportaciones. |