Esta
vez optamos por venir en tren, más porque el taxista lo decidió por
nosotros, que por nuestra voluntad; pero a veces ya está bien fluir.
Cogimos los billetes más baratos: asientos duros y sin aire
acondicionado. Bien, si el propio billete ya pone que los asientos
son duros... ¿Vosotros qué os imagináis? Yo estaba aterrada. Y
cuando vimos el tren, mi miedo aumentó. Las ventanas estaban rejadas
y parecía que fuéramos a un campo de concentración. Al final, el
susto no fue para tanto. Los asientos duros son bancos de madera,
como el que podéis encontrar en cualquier parque, pero atornillados
a un tren. ¡Ni tan mal! Las 4 horas pasaron en un santiamén.
Hoy
hemos ido a visitar la Paradise cave. Para llegar, nos decantamos por
la moto, pese a nuestras reticencias. Sólo el viaje hasta ahí ya
vale la pena. El paisaje está lleno de formaciones rocosas que
aparecen de la nada, creando algo parecido a lo que hemos visto en
fotos de la Halong Bay; pero en vez de mar, terrazas de arroz. Hoy ha
amanecido con brumas, pero en vez de estropear el pasiaje, todavía
lo hacía un poco más místico. Tras las primeras formaciones, se
dibujaban las posteriores de forma difusa. ¡Espectacular!
La
carretera hasta allí, está tomada por los búfalos y las vacas que
pasean por ahí, a su libre albedrío. Ha habido una vez que había
una manada de ellas, y cambiaban de dirección a cada segundo,
paralizando el tráfico. Pero con lo impacientes que se muestran los
vietnamitas, con los otros coches o motos, con las vacas han sido
todo paciencia... Aquí se ven las preferencias, jejeejje!! ;P
Bueno,
y después de casi hora y media en moto, más de dos kilómetros
andando y 524 escalones llegamos al Paraíso. ¡Asombrosamente
increíble! La cueva está llena de estalactitas y estalagmitas, y
algunas llegan a juntarse y algunas otras, han caído; creando formas
espectaculares. Hasta hace poco, ésta era la cueva más grande del
mundo. Sólo está abierta kilómetro y medio, y es impresionante.
Ixai que no es muy fan de hacer fotos, no ha dejado la cámara
tranquila. Pero es una lástima porque las fotos, como casi siempre,
no muestran la realidad.
Ahora
ya esperando nuestro sleeping bus, que, como imagináis estamos
hechos polvo y con ganas de dormir, aceptando bus como cama. ;)))
Nos
seguimos dirigiendo al norte. Siguiente parada: Hanoi.
Besotes
gigantes. ;)))
P.D. Se me olvidó comentaros que en Hué se me inundó la habitación...salí del baño y todo nuestro cuarto y el pasillo del hotel era un gigantesco charco de agua... ¡un desastre! Pero bueno, sobrevivimos, y ahora ya es una anecdotilla más que contar... jijjjijjiji!!! ;P
Todo el camino hasta la cueva estaba lleno de estos simpáticos, aunque algo cursis, carteles. :) |
Tú y moto son dos conceptos que no acabo de ver... ¬¬' ;p
ResponderEliminarBesos amores!
La verdad es que la mayoría del rato la moto la lleva Ixai y yo la cojo un ratín y voy a 10 por hora (literal), para el disfrute de Ixai que se puede concentrar en el paisaje jajajajaa!!!!
ResponderEliminarBesotes para ti tambien!!!
P.D. Que bueno verte de nuevo en el blog... creíamos que nos habías abandonado, jejejeje!!!;P