viernes, 5 de octubre de 2012

Dong Hoi

La atracción turística de este lugar son las cuevas Phong Na. Pero cualquiera diría que en esta ciudad hay algo que vale la pena sólo el viaje hasta Vietnam. Nadie habla inglés, no hay agencias y obviamente, olvidémonos de la comida guiri. Igualmente vale la pena venir aquí.
Esta vez optamos por venir en tren, más porque el taxista lo decidió por nosotros, que por nuestra voluntad; pero a veces ya está bien fluir. Cogimos los billetes más baratos: asientos duros y sin aire acondicionado. Bien, si el propio billete ya pone que los asientos son duros... ¿Vosotros qué os imagináis? Yo estaba aterrada. Y cuando vimos el tren, mi miedo aumentó. Las ventanas estaban rejadas y parecía que fuéramos a un campo de concentración. Al final, el susto no fue para tanto. Los asientos duros son bancos de madera, como el que podéis encontrar en cualquier parque, pero atornillados a un tren. ¡Ni tan mal! Las 4 horas pasaron en un santiamén.
Hoy hemos ido a visitar la Paradise cave. Para llegar, nos decantamos por la moto, pese a nuestras reticencias. Sólo el viaje hasta ahí ya vale la pena. El paisaje está lleno de formaciones rocosas que aparecen de la nada, creando algo parecido a lo que hemos visto en fotos de la Halong Bay; pero en vez de mar, terrazas de arroz. Hoy ha amanecido con brumas, pero en vez de estropear el pasiaje, todavía lo hacía un poco más místico. Tras las primeras formaciones, se dibujaban las posteriores de forma difusa. ¡Espectacular!
La carretera hasta allí, está tomada por los búfalos y las vacas que pasean por ahí, a su libre albedrío. Ha habido una vez que había una manada de ellas, y cambiaban de dirección a cada segundo, paralizando el tráfico. Pero con lo impacientes que se muestran los vietnamitas, con los otros coches o motos, con las vacas han sido todo paciencia... Aquí se ven las preferencias, jejeejje!! ;P
Bueno, y después de casi hora y media en moto, más de dos kilómetros andando y 524 escalones llegamos al Paraíso. ¡Asombrosamente increíble! La cueva está llena de estalactitas y estalagmitas, y algunas llegan a juntarse y algunas otras, han caído; creando formas espectaculares. Hasta hace poco, ésta era la cueva más grande del mundo. Sólo está abierta kilómetro y medio, y es impresionante. Ixai que no es muy fan de hacer fotos, no ha dejado la cámara tranquila. Pero es una lástima porque las fotos, como casi siempre, no muestran la realidad.
Ahora ya esperando nuestro sleeping bus, que, como imagináis estamos hechos polvo y con ganas de dormir, aceptando bus como cama. ;)))
Nos seguimos dirigiendo al norte. Siguiente parada: Hanoi.
Besotes gigantes. ;)))
 P.D. Se me olvidó comentaros que en Hué se me inundó la habitación...salí del baño y todo nuestro cuarto y el pasillo del hotel era un gigantesco charco de agua... ¡un desastre! Pero bueno, sobrevivimos, y ahora ya es una anecdotilla más que contar... jijjjijjiji!!! ;P 
Todo el camino hasta la cueva estaba lleno de estos simpáticos, aunque algo cursis, carteles. :)









2 comentarios:

  1. Tú y moto son dos conceptos que no acabo de ver... ¬¬' ;p
    Besos amores!

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  2. La verdad es que la mayoría del rato la moto la lleva Ixai y yo la cojo un ratín y voy a 10 por hora (literal), para el disfrute de Ixai que se puede concentrar en el paisaje jajajajaa!!!!
    Besotes para ti tambien!!!
    P.D. Que bueno verte de nuevo en el blog... creíamos que nos habías abandonado, jejejeje!!!;P

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