Bangkok
es callejera. Siempre hay gente en la calle y se nos antoja como
imposible que alguien coma en su casa, delante del televisor. Sin
embargo, también es la ciudad más occidentalizada hasta el momento.
Llena de guiris, expatriados y parejas mixtas (siempre hombres
occidentales con mujeres tai); te da la sensación que hubieras
llegado a algún lugar entre Asia y Europa. Al menos, mientras estás
en zona guiri. La calle Khao San es el núcleo de guirilandia,
estando siempre atiborrada de gente en las terrazas con buckets,
vasos de litro llenos de la combinación alcohólica que prefieras,
puestos de comida callejera y tiendas de camisetas y shorts hasta
para hartar a la misma pretty woman. Mientras la recorres, te van
asaltando diferentes tipos de vendedores: de tuk tuk, trajes y
nuestros preferidos: de ping pong show. Éstos, al pasar, te hacen en
la oreja "pooong"; si les miras, te dicen que te llevan a
ver un espectáculo de ping pong show y si no, es como si nada
hubiera pasado y el ruido se hubiera creado en tu cerebro. El tema de
los vendedores es un punto y aparte. Aquí lo que se vende son los
tuk tuks. Es habitual que “se tropiecen” contigo y entablen una
“inocente” conversación. Antes que te des cuenta, te dirán que
donde quieres ir está cerrado por fiesta religiosa y/o que al día
siguiente es gratis; con lo que te propondrán otro itinerario mucho
más ventajoso para ti y tu economía. Luego, dejaran caer que
“color” de tuk tuk es el bueno; y de la nada, aparecerá
justamente un tuktuk de ese color para llevarte donde quieras. Hay
variedades en el discurso y hasta uno, se nos hizo pasar por policía,
pero al final, como la luz en las películas, el tuktuk estará
esperándote. (Esto le encanta a Ixai, cuando vamos por la calle
localiza a los posibles ganchos y al pasar por delante, aminora el
ritmo para que tengan tiempo de pararnos, jajajajaja!!!!). Otra cosa
que nos llama mucho la atención es la de parejas tai-occidental que
hay, siempre siendo la mujer tai; pero hasta aquí llegan las reglas.
La más popular son hombres de 60 con chicas de 30, pero también hay
parejas donde ambos son jóvenes, parejas de 40 con niños y es
habitual ver a una chica tai con varios hombres sentados en una misma
mesa. La naturaleza de su relación o acuerdo... eso ya es un
misterio.
Cuando
sales de guirilandia, emerge el verdadero Bangkok. Una ciudad
fervientemente religiosa, adinerada y pobre, llena de contrastes,
cosmopolita, de mente abierta y con tantas opciones como deseos
albergues. Bangkok es una ciudad para abrir los ojos y la mente. Aquí
no sorprende ver a transexuales en posiciones de atención al público
y creemos que la gente está mucho más acostumbrado a las otras
opciones, que en países del mundo "avanzado".
Hay
templos por doquier: grandes, pequeños, turísticos o locales; pero
en todos, siempre hay alguien ofreciendo ofrendas o rezando. Y monjes
a cada esquina. El día que fuimos a ver The Grand Palace nos
quedamos perplejos. Es el complejo de templos y construcciones que
alberga el buda esmeralda y ya sólo, pasear observando los frescos
en las paredes y fijándote en los detalles que adornan los
diferentes templos, es una maravilla.
En
la misma entrada, que es bastante cara para ser Tailandia, te entran
varios museos y otro palacio. El que más me gustó, fue el de la
reina. Ver la adoración que sienten por ella. Había un vídeo, en
que aparecía una mujer que la reina había visitado hacía años; al
ser tejedora, le pidió que hiciera una chaqueta para ella y le dió
una suya para coger las medidas. Aquella señora tan mayor, todavía
se emocionaba, delante de la cámara y enseñaba que tenía la
chaqueta en un altar y que su último pensamiento, antes de ir a
dormir, era el bienestar de la reina. Aquello me impactó, sabía que
aquí son muy monárquicos pero ni me imaginaba que podía llegar
hasta ese punto. Ahora entiendo que la ciudad esté repleta de fotos
de los reyes y de asociaciones con su nombre. En la parte de abajo
del museo, te vestían con trajes típicos tailandeses, ya veréis
las fotos... ¿estamos guapos o super guapos? ;)))
Bueno,
como algunos sabréis y a otros, os lo digo ahora, el 12 fue mi
cumpleaños; así que Bangkok también ha ido de mimos y
celebraciones. Primero nos homenajeamos con un gran desayuno a lo
inglés y por la tarde-noche, queríamos acabar el día en una de
esas terrazas, donde Bangkok aparece a tus pies, pero exigen código
de vestuario... obviamente la ropa de mochilera no encaja en el
perfil...otra vez será. ;D Para compensar nos hemos dado varios
masajes, una vez que lo pruebas es difícil parar, jijiji!! ;P y
fuimos al fish spa. Y hoy la guinda del pastel: un taller de cocina.
Hemos aprendido un montón de recetas, y entre clase y clase, a comer
lo cocinado... ¡más ricooo! ;))
Bangkok
también ha sido el punto de inflexión. Hasta ahora estábamos
acostumbrados a que la diosa de la fortuna nos sonriera siempre, pero
aquí ha sido la del disfortunio la que nos ha acompañado. Aunque no
nos quejamos, siempre tienen que haber días malos, para saber
valorar los buenos.
Mañana
volamos de Bangkok a Yangon, donde empezamos una nueva etapa de
nuestro periplo asiático. ¡Y estamos muy emocionados! Ya tenemos
todas nuestras energías y expectativas en nuestro nuevo destino.
Elegimos este país por su autenticidad y su oposición al cambio,
más por las obligadas circunstancias que por elección,
lamentablemente. Así que esperamos encontrar un país asiático sin
occidentalizar, con sus cosas buenas y malas. Ya os iremos contando
como nos va por esas tierras, cuando el internet nos lo permita. (Nos
han dicho que hay poco internet y que cuando hay, es muy lento; pero intentaremos seguir en contacto)
¡Besos
y abrazos!