martes, 16 de octubre de 2012

Bangkok

Bangkok es callejera. Siempre hay gente en la calle y se nos antoja como imposible que alguien coma en su casa, delante del televisor. Sin embargo, también es la ciudad más occidentalizada hasta el momento. Llena de guiris, expatriados y parejas mixtas (siempre hombres occidentales con mujeres tai); te da la sensación que hubieras llegado a algún lugar entre Asia y Europa. Al menos, mientras estás en zona guiri. La calle Khao San es el núcleo de guirilandia, estando siempre atiborrada de gente en las terrazas con buckets, vasos de litro llenos de la combinación alcohólica que prefieras, puestos de comida callejera y tiendas de camisetas y shorts hasta para hartar a la misma pretty woman. Mientras la recorres, te van asaltando diferentes tipos de vendedores: de tuk tuk, trajes y nuestros preferidos: de ping pong show. Éstos, al pasar, te hacen en la oreja "pooong"; si les miras, te dicen que te llevan a ver un espectáculo de ping pong show y si no, es como si nada hubiera pasado y el ruido se hubiera creado en tu cerebro. El tema de los vendedores es un punto y aparte. Aquí lo que se vende son los tuk tuks. Es habitual que “se tropiecen” contigo y entablen una “inocente” conversación. Antes que te des cuenta, te dirán que donde quieres ir está cerrado por fiesta religiosa y/o que al día siguiente es gratis; con lo que te propondrán otro itinerario mucho más ventajoso para ti y tu economía. Luego, dejaran caer que “color” de tuk tuk es el bueno; y de la nada, aparecerá justamente un tuktuk de ese color para llevarte donde quieras. Hay variedades en el discurso y hasta uno, se nos hizo pasar por policía, pero al final, como la luz en las películas, el tuktuk estará esperándote. (Esto le encanta a Ixai, cuando vamos por la calle localiza a los posibles ganchos y al pasar por delante, aminora el ritmo para que tengan tiempo de pararnos, jajajajaja!!!!). Otra cosa que nos llama mucho la atención es la de parejas tai-occidental que hay, siempre siendo la mujer tai; pero hasta aquí llegan las reglas. La más popular son hombres de 60 con chicas de 30, pero también hay parejas donde ambos son jóvenes, parejas de 40 con niños y es habitual ver a una chica tai con varios hombres sentados en una misma mesa. La naturaleza de su relación o acuerdo... eso ya es un misterio.
Cuando sales de guirilandia, emerge el verdadero Bangkok. Una ciudad fervientemente religiosa, adinerada y pobre, llena de contrastes, cosmopolita, de mente abierta y con tantas opciones como deseos albergues. Bangkok es una ciudad para abrir los ojos y la mente. Aquí no sorprende ver a transexuales en posiciones de atención al público y creemos que la gente está mucho más acostumbrado a las otras opciones, que en países del mundo "avanzado".
Hay templos por doquier: grandes, pequeños, turísticos o locales; pero en todos, siempre hay alguien ofreciendo ofrendas o rezando. Y monjes a cada esquina. El día que fuimos a ver The Grand Palace nos quedamos perplejos. Es el complejo de templos y construcciones que alberga el buda esmeralda y ya sólo, pasear observando los frescos en las paredes y fijándote en los detalles que adornan los diferentes templos, es una maravilla.
En la misma entrada, que es bastante cara para ser Tailandia, te entran varios museos y otro palacio. El que más me gustó, fue el de la reina. Ver la adoración que sienten por ella. Había un vídeo, en que aparecía una mujer que la reina había visitado hacía años; al ser tejedora, le pidió que hiciera una chaqueta para ella y le dió una suya para coger las medidas. Aquella señora tan mayor, todavía se emocionaba, delante de la cámara y enseñaba que tenía la chaqueta en un altar y que su último pensamiento, antes de ir a dormir, era el bienestar de la reina. Aquello me impactó, sabía que aquí son muy monárquicos pero ni me imaginaba que podía llegar hasta ese punto. Ahora entiendo que la ciudad esté repleta de fotos de los reyes y de asociaciones con su nombre. En la parte de abajo del museo, te vestían con trajes típicos tailandeses, ya veréis las fotos... ¿estamos guapos o super guapos? ;)))
Bueno, como algunos sabréis y a otros, os lo digo ahora, el 12 fue mi cumpleaños; así que Bangkok también ha ido de mimos y celebraciones. Primero nos homenajeamos con un gran desayuno a lo inglés y por la tarde-noche, queríamos acabar el día en una de esas terrazas, donde Bangkok aparece a tus pies, pero exigen código de vestuario... obviamente la ropa de mochilera no encaja en el perfil...otra vez será. ;D Para compensar nos hemos dado varios masajes, una vez que lo pruebas es difícil parar, jijiji!! ;P y fuimos al fish spa. Y hoy la guinda del pastel: un taller de cocina. Hemos aprendido un montón de recetas, y entre clase y clase, a comer lo cocinado... ¡más ricooo! ;))
Bangkok también ha sido el punto de inflexión. Hasta ahora estábamos acostumbrados a que la diosa de la fortuna nos sonriera siempre, pero aquí ha sido la del disfortunio la que nos ha acompañado. Aunque no nos quejamos, siempre tienen que haber días malos, para saber valorar los buenos.
Mañana volamos de Bangkok a Yangon, donde empezamos una nueva etapa de nuestro periplo asiático. ¡Y estamos muy emocionados! Ya tenemos todas nuestras energías y expectativas en nuestro nuevo destino. Elegimos este país por su autenticidad y su oposición al cambio, más por las obligadas circunstancias que por elección, lamentablemente. Así que esperamos encontrar un país asiático sin occidentalizar, con sus cosas buenas y malas. Ya os iremos contando como nos va por esas tierras, cuando el internet nos lo permita. (Nos han dicho que hay poco internet y que cuando hay, es muy lento; pero intentaremos seguir en contacto)
¡Besos y abrazos!










lunes, 8 de octubre de 2012

Sapa

Sapa es un pueblo en las montañas de Vietnam. Es la entrada a toda la parte norte y más rural de este país, donde conviven más de 4 etnias diferentes, repartidas en diferentes tribus. Aparte de las tribus, lo más impresionante de esta región son los paisajes, que parecen sacados de una postal. A veces, al admirar desde la altura de una montaña, todos los campos de arroz a tus pies, parece que estés viendo un repertorio de postales. Como ya nos pasó en Halong Bay, nos enamoramos de la naturaleza de este país, tan lleno de contrastes.
Como ya os comentamos en el último post, hemos venido a Sapa con Ella y David, una pareja de alemanes majísimos. Tenemos que reconocer que, en general, o estamos teniendo mucha suerte con la gente con la que coincidimos o la mayoría de gente viajera es muy maja. ;))) Bueno, después de llegar, después de dormir en el sleeping bus, decidimos ir a visitar los alrededores de Sapa, pero tomándonoslo con la calma... O al menos, ésa era nuestra intención...
Seguíamos las indicaciones de un blog de unas chicas viajeras, pero para variar un poco, en algún punto nos debimos desviar, porque acabamos donde Christo perdió la alpargata... :D Y obviamente, acabamos bajando por los arrozales. Sí, ahora sentaditos cómodamente en vuestra casa, os parecerá graciosísimo, pero os aseguro que a mi, al principio no me hizo ni pizca de gracia. Bien, ahí andábamos nosotros con nuestras botas goretex, nuestros pantalones de trekking, intentando bajar sin perjudicar nuestra integridad física; cuando aparecen un par de mujercitas de una tribu con botas de agua, sus faldas y sus cestas en la espalda, bajando como si en vez de casi un desfiladero, aquello fuera el paseo de gracia. Pura humillación vaya...
Al cabo de un rato en animada charla con ellas, en vistas, de mi total falta de habilidad senderil (oséase el conocimiento básico sobre donde poner los pies y así, intentar mantener una postura vertical); una de ellas releva a Ixai para ayudarme a ir bajando. Ahí ya la humillación llegaba a casi límites insospechados. Ahí estábamos, la mujer que medía 1,20m como mucho y flaca como un alfiler, ayudándome a mi, que pequeña precisamente no soy, por aquellos senderos imposibles. Yo me sentía como si hubiera vuelto a la guardería y la profe me tuviera que dar la mano para que no me cayera... Ella me tenía cogida de la mano y me iba indicando donde poner los pies, mejor imposible, no nos vamos a engañar. ;D Bueno, después de un rato y viendo los maravillosos efectos que estaba teniendo en mi, ahora iba encabezando al grupo; también Ella e Ixai decidieron que un poco de ayuda tampoco les iría mal. Y así, como niños de guardería fuimos bajando maravillosamente bien y pudimos disfrutar del paisaje. ¡Y que paisaje! Una postal tras otra... ¡Precioso!
Pero todo lo bueno llega a su fin, y así en medio de los arrozales, perdidos de toda civilización globalizada y a pocos metros del poblado, las mujeres se despidieron. No sin antes, sacar los típicos souvenirs de sus cestas. ¡Hasta en medio de un treking, puede aparecer un vendedor. Lo de este país no tiene límites... jajajaja! Les dimos algo por la ayuda y seguimos nuestro camino, ahora ya solos ante el peligro. Llegamos hasta el poblado y decidimos ir a ver una cascada que no estaba muy lejos de ahí. En medio del camino, empezó a diluviar y la tierra se volvió barro. ¡Un desastre! Habíamos recorrido demasiado para volver, pero seguir era casi imposible; porque a cada paso te hundías más en el barro. Al final, con Ixiana Jones como guía de grupo, fuimos remontando poco a poco los campos de arroz. Llenos de barro hasta las orejas y totalmente empapados, parecíamos sacados de un episodio de <Supervivientes>, o al menos, así nos sentíamos.
La caminata duró unas 4 horas y nos lo pasamos pipa! Los siguientes días en Sapa estuvieron bien, aunque nos lo tomamos con más calma. Alquilamos una moto y vimos todos los poblados de la zona, ¡una decepción! En la mayoría, sólo al entrar ya te abordan un grupo de mujeres que te siguen por todo el pueblo, hasta que das por concluida la visita y te piden que les compres algo. Los pueblos, estan tan volcados en el turismo, que han perdido todo el encanto; llenos de carteles en inglés y puestos que sirven fast food. Una decepción, aunque Vietnam es lo que tiene.
Quizás, más al norte donde no vayan tantos turistas y donde sea más difícil el acceso, esperamos que haya sitios más auténticos, pero igualmente Sapa nos encantó. Pese a que en el mismo pueblo te aborden a cada paso y sea más fácil comer pizza que encontrarte a alguien que no trabaje en el negocio del turismo. Pese a todo, Sapa es un lugar de postal, donde las terrazas de arroz parecen obras de ingeniería sin fin. Además, y este es un gran punto positivo, en Sapa hace frío. ¡Uuuuooooooohhh! Que bien se está pudiendo dormir tapado, con pantalones largos y sin empapar la camiseta de sudor, a los 5 minutos de salir de la ducha. Eso sí, es un lujo aquí. ;)))
Siguiente parada: Bangkok, vía Hanoi. Estaremos un día en Hanoi, para el día siguiente coger el avión, así que, nada, ¡Adiós Vietnam!
Al acabar un país, nos invade una sensación extraña. Es como si te despidieras de un amigo al que sabes que no verás en largo tiempo o nunca. Todas las expectativas que tenías o se han cumplido o derruido, siendo los recuerdos y las fotos lo único que te queda de él. Y sí, tenemos ganas de empezar el próximo, pero a la vez, nos damos cuenta de que la vuelta, el final de este viaje, se acerca. 
Bajando de la manita ;D

Vendedoras en las calles de Sapa


¿A qué es de postal?


Nuestras monis de guardería... ;)))


Cuando todavía no diluviaba...



¿Qué hacen en su poblado cada día? Coser souvenirs...


 

sábado, 6 de octubre de 2012

Hanoi y Halong Bay

Llegando de madrugada y habiendo dormido malamente en el sleeping bus; nos atrapó un atrapaguiris. Éramos víctimas fáciles. Al final, tampoco nos salió tan mal. Taxi gratis y nos acomodó en un hotel estándar.
Si algo nos llamó la atención de lo poco que visitamos Hanoi, (que apenas salimos de la zona de mochileros) fue la cantidad de agencias Sinh Cafe. Sinh cafe, era una agencia que hace unos años fue un bombazo, buenos precios y fiabilidad en los tours; vaya un chollazo en Vietnam. Pero pese a que te lo advierten en la guía, lo que te encuentras, no te lo imaginas. Está abarrotado de Sinh Cafe. En una misma calle pueden haber hasta 10 iguales, habiendo hasta dos pegadas; y obviamente, todas te dicen que es la oficial. ¡Increíble! ¡Es de mofa, jajajajaa!! Estamos, sin duda, en el país de las imitaciones, donde los autores carecen de derechos.
El primer día nos concentramos en buscar un tour barato a Halong Bay. Aquí una advertencia para navegantes. Coger el tour más barato, si te gastas 10 o 20 dólares más, te van a poner en el mismo tour simplemente te vas a sentir el más gili, como les ha pasado a más de uno que nos acompañaban. Nosotros pagamos 48 USD por 2 noches, otra pareja pagó por casi lo mismo 135 USD y otra 60 USD por 1 noche. Sí, esta vez hemos sido los que menos hemos pagado. ¡¡No os podéis ni imaginar lo orgulloso que se sentía Ixai, parecía un pavo real, jajajajajaja!! ;D
¡Halong Bay es preciosa! Mientras navegas entre los islotes es como si estuvieras en una película, ¡es taaaaaan bonito! Sin duda alguna, es un must en cualquier viaje a Vietnam. Dicho esto, el tour es sin más. A la media hora, ya has visto todo lo que había por ver y bien te podrían devolver a Hanoi; pero entonces no te podrían cobrar el dineral que te cobran. Así que los siguientes dos días, estuvimos haciendo actividades complementarias, algunas nos encantaron y otras no tanto. Hicimos kayaking, estuvimos en el parque nacional de Cat Ba, la única isla habitada de la Halong Bay, fuimos a la playa y nos pasearon en el barco. En el tour nos acompañaban un grupo de animadoras a lo jersey shore y tres parejas más muy majas.
Y ahora viene la gran sorpresa. ¿Estáis listos? Avisamos que esto no es apto para todos los ojos. Bien, allá vamos. La segunda noche teníamos que dormir en el barco para ver el amanecer, romántico, ¿eh? Bien, entramos en nuestro camarote que, estaba bien, revisamos todo que esté limpio y le damos nuestra aprobación. Y de repente, empezamos a ver una no, montones de cucarachas. Sí, habéis leído bien; y todavía cuando lo recuerdo nos morimos del asco. :(((( Imaginad que la pared del baño era blanca y llegué a contar 6 en la pared mientras me duchaba. ¡Un asco! Bueno, obviamente, salimos a quejarnos y, al principio lo típico: que raro, si hemos puesto veneno, no deberían haber, bla, bla, bla... Al cabo del rato, nos dicen que: ¿qué pueden hacer ellos?... ¡¡¡¿¿¿Perdóooooooooonnn???!!! :O Como si a nosotros nos importara, nosotros sólo queríamos una habitación en la que pudiéramos dormir... ¿es demasiado pedir? '¬¬ Bueno, obviamente, la tripulación no aviene a razones y al final, rocían con insecticida nuestro cuarto y nos dicen que después de cenar volvamos a mirar. Después de cenar, ellas seguían allí tan panchas. Ahora ya, casi con un ataque de nervios, porque lo mejor de todo era que no quedaban otras habitaciones y que estábamos atrapados en alta mar.... que gran idea eso de dormir en el barco. Bueno, al final, después de un par de sesiones más de insecticida, esta vez ya nos quedamos con él; parecía que nuestro cuarto no era un sitio tan agradable para ellas... ¡Al fin! Pero bueno, tampoco para nostros, porque apestaba a matacucarachas... Tanto que al final, nos preocupaba que quizás de respirar tanto venenor, nos intoxicáramos, jajajaajjaa!!!! Dormimos con pantalones largos metidos por dentro de los calcetines y camisetas de manga larga. Lo más asépticos posibles; cuanto menor contacto con el exterior mejor. Seguro que debíamos estar de foto, jajajjajajaja!!!!
Y como guinda, pese a levantarnos a las 5:15h, tampoco nos costó demasiado, sólo pensar en nuestras asquerosillas amigas; ya había amanecido. ¡Que decepción! Aquella mañana fue de lo más raro, porque la conversación entre unos y otros era quejas. Cada uno a lo suyo; la mayoría que se sentían estafados y nosotros con las cucarachas... Lo bueno, es que como teníamos al mismo enemigo: el tour, nos acabamos haciendo grandes amigos. Tanto que ahora seguimos el viaje con una pareja alemana, muy majos, que comparten con nosotros la fobia a las cucarachas.
Bueno, intentando olvidar a nuestras amigas, nos embarcamos en el sleeping bus, y a que no sabéis a quién nos reencontramos allí? ¡Exacto! ¡Cucarachas! ... nos persiguen.... Taaaaaaannn afortunados siempre nosotros.
Vamos en dirección norte. Próxima parada: Sapa.
Cualquier sitio es bueno para poner una barbería... hasta las aceras.



Esta es la típica foto de postal.


El atardecer

En lo alto del parque nacional de Catba



 

viernes, 5 de octubre de 2012

Dong Hoi

La atracción turística de este lugar son las cuevas Phong Na. Pero cualquiera diría que en esta ciudad hay algo que vale la pena sólo el viaje hasta Vietnam. Nadie habla inglés, no hay agencias y obviamente, olvidémonos de la comida guiri. Igualmente vale la pena venir aquí.
Esta vez optamos por venir en tren, más porque el taxista lo decidió por nosotros, que por nuestra voluntad; pero a veces ya está bien fluir. Cogimos los billetes más baratos: asientos duros y sin aire acondicionado. Bien, si el propio billete ya pone que los asientos son duros... ¿Vosotros qué os imagináis? Yo estaba aterrada. Y cuando vimos el tren, mi miedo aumentó. Las ventanas estaban rejadas y parecía que fuéramos a un campo de concentración. Al final, el susto no fue para tanto. Los asientos duros son bancos de madera, como el que podéis encontrar en cualquier parque, pero atornillados a un tren. ¡Ni tan mal! Las 4 horas pasaron en un santiamén.
Hoy hemos ido a visitar la Paradise cave. Para llegar, nos decantamos por la moto, pese a nuestras reticencias. Sólo el viaje hasta ahí ya vale la pena. El paisaje está lleno de formaciones rocosas que aparecen de la nada, creando algo parecido a lo que hemos visto en fotos de la Halong Bay; pero en vez de mar, terrazas de arroz. Hoy ha amanecido con brumas, pero en vez de estropear el pasiaje, todavía lo hacía un poco más místico. Tras las primeras formaciones, se dibujaban las posteriores de forma difusa. ¡Espectacular!
La carretera hasta allí, está tomada por los búfalos y las vacas que pasean por ahí, a su libre albedrío. Ha habido una vez que había una manada de ellas, y cambiaban de dirección a cada segundo, paralizando el tráfico. Pero con lo impacientes que se muestran los vietnamitas, con los otros coches o motos, con las vacas han sido todo paciencia... Aquí se ven las preferencias, jejeejje!! ;P
Bueno, y después de casi hora y media en moto, más de dos kilómetros andando y 524 escalones llegamos al Paraíso. ¡Asombrosamente increíble! La cueva está llena de estalactitas y estalagmitas, y algunas llegan a juntarse y algunas otras, han caído; creando formas espectaculares. Hasta hace poco, ésta era la cueva más grande del mundo. Sólo está abierta kilómetro y medio, y es impresionante. Ixai que no es muy fan de hacer fotos, no ha dejado la cámara tranquila. Pero es una lástima porque las fotos, como casi siempre, no muestran la realidad.
Ahora ya esperando nuestro sleeping bus, que, como imagináis estamos hechos polvo y con ganas de dormir, aceptando bus como cama. ;)))
Nos seguimos dirigiendo al norte. Siguiente parada: Hanoi.
Besotes gigantes. ;)))
 P.D. Se me olvidó comentaros que en Hué se me inundó la habitación...salí del baño y todo nuestro cuarto y el pasillo del hotel era un gigantesco charco de agua... ¡un desastre! Pero bueno, sobrevivimos, y ahora ya es una anecdotilla más que contar... jijjjijjiji!!! ;P 
Todo el camino hasta la cueva estaba lleno de estos simpáticos, aunque algo cursis, carteles. :)